Pakistán:
El día 8 de octubre de 2005, un terrible terremoto de intensidad 7,6 sacudió el suroeste de Asia. Al día siguiente, Samur-Protección Civil es requerido por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) del Ministerio de Asuntos Exteriores para formar parte del contingente español de ayuda a los damnificados. Dos días después, un equipo sanitario viajaba hacia Pakistán, el país más afectado por la catástrofe. El equipo estaba formado por 11 sanitarios: 3 médicos (uno de ellos responsable del contingente), 2 enfermeros, 4 técnicos de emergencias y 2 logistas, con un hospital de campaña completo y un despliegue logístico para dar autonomía a la misión durante 15 días.
También formronn parte del contingente 9 miembros del Summa112, 3 miembros del SEM de Cataluña, 3 miembros de DYA, 9 bomberos con perros de rescate y un responsable de expedición de AECI. Samur-Protección Civil instaló un Puesto Médico Avanzado en la base militar de la ciudad de Arja, situada al sur de Cachemira. Esta localidad se encuentra próxima a tres valles que aún no habían recibido ningún tipo de ayuda. Desde Islamabad parte del equipo se desplazó en autobús, para lo que necesitó 19 horas de viaje para cubrir algo más de 150 km, debido al mal estado de las carreteras y la necesidad de un relevo en la escolta militar que acompañaba al convoy.
El Departamento de Protección Civil fue el responsable de la preparación de todos los recursos materiales que lleva la UAD (Unidad de Apoyo ante Desastres). El martes 11, al día siguiente de llegar a Pakistán, se envió una ambulancia de apoyo: la 970, que fue donada al Servicio de Salud Pakistaní. El 22 de octubre, este primer equipo fue reemplazado por otra unidad que continúa la labor humanitaria desarrollada en esta zona. El segundo equipo regresó a España el día 4 de noviembre, casi un mes transcurrido desde el terremoto.
Durante todo el tiempo que duró la misión existió contacto permanente desde nuestra sede, en la Casa de Campo, con los compañeros desplazados en Pakistán y se pudo comprobar el entusiasmo del que hacían gala cada día, a pesar del duro trabajo ininterrumpido. También se realizaron sesiones clínicas por vídeo-conferencia, para poder compartir sus experiencias y contrastar los análisis clínicos de los pacientes atendidos.
Más imágenes: