Riesgo de aludes y avalanchas:
- No practique excursionismo o senderismo en zonas recién nevadas hasta que el manto de nieve esté asentado.
- No inicie la salida si el índice de peligro es superior a 3 en la escala europea.
- Antes de salir a la montaña, infórmese de la probabilidad de aludes.
- Las laderas en las que sopla el viento y las orientadas hacia el sol tienen menor riesgo de aludes.
- Si se camina en grupo, aumente la separación entre excursionistas para reducir el riesgo de que un alud los pueda sepultar a todos.
- Al salir ponga el ARVA ( Aparato de Búsqueda de Víctimas de Aludes ) en emisión aunque parezca que no haya peligro.
- Compruebe, antes de salir, que los ARVA funcionen. Deberá llevar una pala y la sonda.
- Cuando se registra una alta subida de temperaturas, especialmente en primavera, evite transitar por lugares con abundancia de nieve especialmente a las horas centrales del día.
- Igualmente, aumenta el riesgo de avalanchas y aludes la lluvia caída sobre nieve en polvo.
- Evite, especialmente, las laderas lisas, sin grandes rocas ni árboles.
- Camine preferentemente por las partes más altas de las laderas.
- Si percibe el desprendimiento de un alud, corra en sentido perpendicular a la línea de caída para salir de su trayectoria.
- Si no consigue salir, intente nadar sobre la nieve que te va cubriendo para intentar mantenerse en la superficie del alud.
- Cuando note que el alud se va deteniendo sobre usted, adopte la posición de una bola.
- Cuando perciba que el alud se ha parado, muévase fuertemente para crear a su alrededor con manos y brazos un espacio que le permita respirar.
- Si ha perdido la orientación, escupa y la dirección de la saliva le indicará donde está el suelo. Escarbe en sentido contrario en busca de la superficie.